El Mirador de Lincoln es una empresa familiar dedicada al rubro agropecuario que se fundó en 1992. Se especializa en la producción de maíz, trigo, girasol y, recientemente, maní. También cuenta con un rodeo bovino propio para cría y engorde.
Su actual presidenta es Claudia Gómez, quien estuvo codo a codo junto a su padre desde que decidió dejar el mundo de las telecomunicaciones para comenzó el proyecto y cumplir su sueño de ser productor agropecuario. Ella pasó por distintas áreas de la firma y ocupa la presidencia, asesorada por expertos en el rubro, desde hace 20 años. "Es un gran orgullo haber podido llevar adelante la empresa", confiesa.
"Creo que es importante la visión femenina en la industria, ya que aporta un perfil diferente a lo que es el pensamiento masculino. Creo que la mujer tiene una sensibilidad distinta y hay áreas dentro de lo rural donde es necesaria la mano de la mujer", sostuvo.
Además de los campos en la provincia de Buenos Aires, El Mirador de Lincoln tiene un emprendimiento ganadero en la provincia de Formosa desde hace más de 15 años. .
En el camino de su crecimiento fue clave el apoyo del Banco Nación, que le permitió aumentar de 7 a 12 los empleados permanentes, y relacionarse con más de 70 familias de manera directa o indirecta.
Gracias a la asistencia crediticia, la empresa pudo adquirir capital de trabajo, mejorar la genética bovina y expandir su producción. Además accedió a líneas de crédito específicas y tasas bonificadas para emprendimientos liderados por mujeres.
A futuro, el objetivo de El Mirador de Lincoln es consolidar su producción actual e incursionar en la genética y la ganadería intensiva, lo que implicaría la creación de más puestos de trabajo. La idea también tiene su aspecto social, ya que reforzar el vínculo con la comunidad contribuye a su crecimiento y posibilita el arraigo: "Es reconfortante que cada puesto de trabajo que se logra en el campo afianza a los habitantes del interior del país a quedar en las pequeñas comunidades cercanas a los campos".