27.05.2023 04:00
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Vieron lo que pasó, primero en Tenguel y en Balao; sus autoridades guardaron silencio, como en el Arca de Noé. Seguido ocurrió en Santa Rosa. Cubierto de agua estaba un año después y tampoco hicieron nada. Observaron y elaboraron informes, pero nada dijeron a la población. No la animaron y tampoco le advirtieron que las respuestas estaban a la mano. “Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa”. Hasta este mismo día esto fue inculcado ampliamente con insospechados efectos, y en su defecto, ahora tenemos en estas tierras casi 800 compañías de seguridad y 700 empresas están interesadas en mejorar la adormidera.
Mario Guerrero Burgos
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