Lucas González, el joven de 17 años y delantero de Barracas Central, fue asesinado el 17 de noviembre de 2021 por oficiales de la Policía de la Ciudad mientras volvía a su casa en un auto con tres amigos. Su muerte, que conmovió a todo el país, generó una gran controversia por las acusaciones de gatillo fácil hacía los tres efectivos involucrados.
Esta semana comenzaron los alegatos de las defensas, la querella y los representantes del Ministerio Público Fiscal ante los jueces del Tribunal Oral Criminal 25 de la Ciudad de Buenos Aires. Se espera que sean aproximadamente ocho audiencias más y la sentencia se prevé para finales de julio.
El 17 de noviembre de 2021, Lucas y sus amigos Joaquín Zúniga, Julián Salas y Niven Huanca volvían desde el club a sus respectivas casas en el barrio San Eduardo, de Florencio Varela. Después de parar a comprar en un kiosco, el Volkswagen Suran en el que iban fue interceptado en el cruce de la avenida Iriarte y Vélez Sarsfield por un Nissan Tiida del que bajaron tres hombres que les apuntaron con pistolas.
Estas personas pertenecían a la Policía de la Ciudad y eran el inspector Gabriel Alejandro Issasi, el oficial mayor Fabián Andrés López y el oficial Juan José Nieva, pero no llevaban ningún tipo de identificación. Los jóvenes creyeron que se trataba de un robo, por lo que huyeron. Allí empezó una persecusión que terminó con cinco disparos desde el auto policial, uno de los cuales impactó en la cabeza de Lucas González.
El juicio en el que los tres policías implicados fueron imputados como coautores de los delitos de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer, por odio racial, por el concurso premeditado de dos o más personas y por cometerse abusando de su función o cargo por un miembro de una fuerza policial” comenzó el jueves 16 de marzo.
Además, otros 11 efectivos están acusados por encubrimiento y torturas hacia los amigos de la victima. Los involucrados son: Daniel Alberto Santana, comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 de Barracas; su colega del mismo rango Rodolfo Alejandro Ozán; los comisarios de esa dependencia, Fabián Alberto Du Santos, Juan Horacio Romero y Jesús Chocobar. También Roberto Orlando Inca, de la División Sumarios y Brigadas de la dependencia, el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas; y los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D Sebastián Jorge Baidón, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Darío Arévalos y Daniel Rubén Espinosa.
En sus declaraciones, todos los acusados coincidieron en que "actuaron en cumplimiento del deber".
En esta etapa, declararon los padres y los amigos de la víctima, que se encontraban junto a él al momento del asesinato. Durante su testimonio, Cintia López, madre de Lucas, aseguró que cuando vio a su hijo internado en el hospital antes de morir, "estaba irreconocible" y señaló que "cinco policías lo custodiaban como si fuera un delincuente".
Por otro lado, los tres amigos de Lucas dieron su testimonio tanto en su carácter de testigos del asesinato como de víctimas. Todos coincidieron en que fueron torturados y discriminados por los efectivos de la fuerza porteña. "Nos pusieron contra el piso y nos esposaron. Nos empezaron a decir que éramos unos negros de mierda, unos villeritos, y que a personas como nosotros nos tenían que dar un tiro en la cabeza como se lo dieron a mi amigo", expresó Salas, que era el conductor durante el ataque.
"Veo de mi derecha que un vehículo nos empieza a encerrar, por lo que le toqué bocina porque pensé que estaba distraído. Me terminó de encerrar y uno se baja del lado del conductor con un arma, y yo pensé que me iban a robar. En ese momento, empieza a disparar sin sentido. Yo volanteo y me subo a un cordón. Me nublé, no sé cuántos fueron los tiros ni qué pasó", finalizó.
Cuevas, uno de los policías involucrados, admitió en la última audiencia testimonial que otro de sus compañeros imputados plantó un arma en la escena del crimen. En su momento, uno de las hipótesis que trató de plantear la defensa de los acusados era la de señalar a las víctimas como presuntos delincuentes.
Según aseguró, Facundo Matías Torres habría "tirado el arma" en la parte trasera del vehículo, en colaboración con el oficial Gabriel Alejandro Issasi. El efectivo fue arrestado en el partido bonaerense de Lomas de Zamora, luego de que se comprobara que se desplazó por la zona en donde se produjo el crimen y también se dirigió ida y vuelta a la Comisaría Vecinal 4D.
Mientras tanto, este martes continuará el juicio oral con la posibilidad de que si alguno de los policías imputados desea declarar pueda brindar su testimonio previo al inicio de la etapa de alegatos.