Existen varias razones para tener acciones internacionales, como por ejemplo, completar la exposición al mercado bursátil mundial y así ampliar sus oportunidades de inversión. Al respecto, Susana Dziubinski, de Morningstar, señala que las acciones estadounidenses constituyen alrededor del 58% de la capitalización del mercado de acciones del mundo mientras que las acciones extranjeras representan el 42% restante. Sin embargo, las asignaciones de la mayoría de los inversores estadounidenses a acciones no estadounidenses no se acercan a ese nivel.
Otros inversores pueden querer inclinar sus carteras hacia acciones internacionales después de un período de dominio de las acciones estadounidenses como el visto en los últimos años, dice Dziubinski, que destaca que el rendimiento del mayor fondo combinado promedio de EE.UU. ha superado al de su par extranjero en 6 puntos porcentuales anuales durante la última década. Pero antes de agregar un fondo internacional a la cartera, los expertos de Morningstar recomiendan verificar que no tenga suficiente exposición a acciones internacionales a través de sus tenencias de fondos de acciones. Ahora bien, si bien no existe una asignación “correcta” para las acciones extranjeras, para el caso de un inversor estadounidense los índices de asignación de Morningstar sugieren una posición cercana al 40% en acciones fuera de los EE.UU.
Por lo visto en los últimos meses los inversores europeos han tomado cuenta de esto y han posicionado a los fondos de inversión cotizados (ETF) de renta variable mundial como las estrellas del primer cuatrimestre del año. Según cálculos de Morningstar, estos instrumentos financieros recibieron unos flujos netos de 9.600 millones de euros entre enero y abril, que se explicaría por su bajo costo y al impulso vivido por las bolsas.
En tal sentido, recientemente Morningstar presentó su último medallero estrella entre fondos de inversión de acciones internacionales y de fondos ETF. Pero haciendo foco en los ETF que mejor se han comportado durante este tiempo, Morningstar cita dos de ellos: el iShares Core MSCI World y el Vanguard FTSE All-World. En cuanto al primero, que tiene una exposición cercana al 85% de la capitalización de los mercados desarrollados mundiales, obtuvo rentabilidades ajustadas al riesgo superiores a la media de la categoría y a su índice de referencia en varios horizontes temporales (3,5 y 10 años), gracias, según los expertos de Morningstar, a los procesos de optimización de la cartera y a las ventajas fiscales de estar domiciliado en Irlanda, argumentos que también son válidos para el ETF de Vanguard, que tiene una exposición de entre el 90% y el 95% de la capitalización bursátil mundial, aunque con diferentes índices replicados.
Junto a estos dos ETF, Morningstar selecciona seis fondos cotizados de renta variable mundial que pertenecen a su lista “Gold”. El primero de ellos es el Xtrackers MSCI AC World ESG Screened, centrado en criterios de sostenibilidad y que apuesta por acciones de mediana y gran capitalización cotizadas en mercados internacionales que cumplen determinados requisitos medioambientales, sociales y de gobernanza.
En segundo lugar, el JPM Carbon Transition Global Equity, otro de los más populares en 2023 y también comprometido con los criterios de sostenibilidad. Así, está diseñado para cumplir el objetivo de descarbonización de la cartera del 7% interanual, y en su canasta de acciones quedan excluidas empresas de sectores controvertidos como la producción de armas, el tabaco o el carbón térmico.
El Vanguard FTSE Developed World ocupa el tercer lugar con un sesgo hacia las grandes capitalizaciones y cuenta con un muy bajo nivel de gastos corrientes de su categoría. Morningstar también destaca al SPDR MSCI ACWI IMI, un fondo que ofrece exposición tanto a mercados desarrollados como emergentes, aunque con un peso claramente mayor de EE.UU. (cerca del 60% de su cartera).
En quinto lugar aparece el JPM Global Equity Multi-Factor, que se trata de un fondo cotizado que replica un índice de valores de mediana y gran capitalización de mercados desarrollados y orientados al valor (precios inferiores a los fundamentos), el “momentum” (tendencia a seguir generando rentabilidades más atractivas) y la calidad (empresas financieramente estables).
Por último, estos expertos indican al Fidelity Sustainable Research Enhanced Global Equity, el único de la lista que ha tenido flujos netos negativos desde principios de año. Se trata de un fondo cotizado activo que invierte al menos el 70% de su patrimonio en valores con características ESG favorables, con respecto a cuestiones como la intensidad de carbono, las emisiones de CO2, la conservación de la energía, la gestión del agua y los residuos, la biodiversidad, la seguridad de los productos, las cadenas de suministro, la salud, la seguridad y los derechos humanos.