La muerte de una mascota es, para muchos, la pérdida de un integrante de la familia. Por eso, para poder despedirlos bien existen distintas ceremonias de cremación que ofrecen algunas veterinarias y empresas expertas en esto.

La cremación de mascotas comprende la incineración de la mascota en un horno especializado para ello, tal como se hace clásicamente con los humanos. El precio de este método suele variar según el tamaño del animal.

Luego de la incineración las empresas que se dedican a la cremación de mascotas ofrecen diferentes servicios que van desde urnas o ánforas hasta dijes y apliques con los restos del animal.

El proceso para un servicio de cremación de una mascota es el siguiente:

El costo del servicio de cremación de mascotas puede variar según el peso de cada mascota, la programación de la cremación y la opción de traslado. Los precios comienzan desde $24.000 hasta $48.000. Además ofrecen un cotizador en línea para cada tipo de cremación que realizan.

Ofrecen un servicio de cremación, buscan a la mascota en domicilio y lo trasladan hasta el crematorio. Dentro de los 10 días se puede retirar la urna por San Cristóbal CABA.

La cremación es individual y en el día del ingreso al crematorio ya que ingresa con previo aviso. El valor del servicio es de: $40.500 (incluye la urna cineraria pintada y barnizada).

El servicio de cremación es individual y también entregan las cenizas luego de procedimiento. Además, pueden retirar a la mascota por el domicilio y trasladarla al lugar de cremación.

El servicio está alrededor de los $45.000 pero varía según el peso del animal y la zona en que se encuentra.

Los velorios de mascotas pueden realizarse en empresas que se dedican exclusivamente al reino animal o en cocherías que también ofrecen el servicio para seres humanos. En cualquier caso, la sala está disponible el tiempo que la familia lo desee (por lo general las despedidas duran entre 40 minutos y una hora).

Una vez que los restos del animal son preparados por los trabajadores de la sala, son colocados en un "pedestal" compuesto por una camilla con sábanas que cubren el cuerpo de la mascota, pero dejan su rostro al descubierto, en el caso de que el cuerpo esté en condiciones. Así, el círculo familiar puede ingresar a despedirse.