El mercado mejoró las proyecciones de crecimiento para la economía brasileña, un dato que suele ser seguido de cerca en Argentina por tratarse de su principal socio comercial. Además, los analistas no prevén que el Banco Central de Brasil (BCB) defina este miércoles un recorte en las tasas de interés, pese a los pedidos del presidente Lula Da Silva.
De acuerdo al relevamiento Focus que lleva adelante el BCB, los analistas consultados prevén que el PBI de Brasil crezca 2,14% este año, lo que representa una mejora frente al 1,84% de la semana anterior. Así, las estimaciones aumentaron por sexta semana consecutiva: hace un mes, la proyección de mejora en la economía era del 1,2%.
En tanto, los economistas privados también esperan que los recortes de tasas de interés comiencen en agosto, como parte de una mayor relajación monetaria, mientras también caen las expectativas de inflación. Según la estimación mediana del sondeo, se prevé que el Banco Central recorte su tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos en agosto.
Días atrás, el presidente Lula da Silva volvió a pedir a la autoridad monetaria que reduzca las tasas desde su actual máximo de seis años. Es que las tasas altas encarecen el crédito y le quitan estímulo al consumo y a la inversión, lo que podría provocar un enfriamiento de la economía.
En ese sentido, el presidente del Banco Central, Roberto Campos Neto, indicó la semana pasada que la mejora de las condiciones del mercado estaba allanando el camino para un cambio en la política monetaria. Este miércoles, el Comité de Política Monetaria (Copom) de la entidad publicará su decisión sobre la tasa Selic al finalizar su cuarto encuentro del año.
En agosto se cumplirá un año desde que la autoridad monetaria fijó la tasa de interés en 13,75%, la más alta del mundo en términos reales (descontando inflación), según la gestora de inversiones Infinity Asset. Los economistas encuestados por la institución prevén ahora que las tasas terminen 2023 en el 12,25%, rebajando sus estimaciones desde el 12,50%, antes de caer al 9,50% a finales de 2024, lo que se compara con el 10% previsto anteriormente.
Una mayor expansión económica de su principal socio comercial, puede ser beneficiosa para Argentina. “El año pasado, el 33% de nuestras exportaciones industriales fueron a Brasil, cerca del 15% de las totales. Por lo tanto, un crecimiento más débil atenta contra una demanda más robusta de las exportaciones que requerimos”, explican analistas.
En ese escenario, el déficit bilateral creció durante mayo y alcanzó los u$s763 millones, un guarismo similar al mes anterior (u$s776 millones). “Contra mayo de 2022 la suba del rojo comercial bilateral fue del 21,7%. Sin dudas el salto de la importación de soja para molienda (+531,2% i.a.) que alcanzó un récord nominal de nada menos u$s500 millones en un contexto de escasez interna de la oleaginosa producto de la sequía, impactó muy negativamente en el déficit comercial de mayo que resultó 129,1% más alto que el promedio del primer trimestre (u$s333 millones)”, explicaron desde la consultora Abeceb.
“En los primeros cinco meses del año la balanza comercial bilateral con Brasil lleva acumulado un déficit de u$s2.500 millones, o sea 2,5 veces superior al de igual lapso de 2022. Sólo hasta mayo, el déficit ya supera todo el rojo bilateral de todo 2022 completo (u$s2.245 millones)”, detallaron.
En este contexto, la posibilidad de que Argentina ingrese como miembro pleno a los Brics puede resultar clave. Es que la eventual incorporación al bloque de naciones y potencias emergentes que integran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, puede significar una salida ante las dificultades que representa la restricción externa para la salud macroeconómica del país y el sostenimiento de su crecimiento económico, como así también una interesante fuente de financiamiento para grandes proyectos en infraestructura.