La muerte cruzada nos empujó a un proceso electoral anticipado. El CNE lo asumió con absoluta irresponsabilidad ante severas recomendaciones realizadas en meses pasados por Contraloría, que llevaron a Fiscalía a iniciar una investigación penal, entre otros temas por el registro de electores de los partidos y movimientos políticos, por el sistema informático y su vulnerabilidad a ataques y manipulación. ¿Se garantizará la transparencia del próximo proceso electoral bajo estas graves amenazas a la democracia? El sostener que la ciudadanía es independiente, apartidista y apolítica o carente de ideología es un insulto al sentido común; y han aparecido sujetos políticos sin formación ideológica o doctrinaria (‘outsiders’), representantes de intereses ocultos. ¿Qué clase de gobierno se espera de estos sujetos? La izquierda programática ecuatoriana jamás será una opción de poder pues sus ideas fueron expropiadas por el oportunismo. Se hubiese impuesto el sentido común de haber contado con una robusta sociedad civil, pero fue tal la intensidad de su inmovilización, cooptación y destrucción y de las organizaciones, que su voz fue opacada por aventureros políticos, sin identidad ni apoyo social o popular. Ecuador y sus ciudadanos deben optar por una opción que integre experiencia y ética comprobada en el manejo de la cosa pública; no por la repetición del abuso, rencor, odio o destrucción de sus instituciones, irrespeto a la Constitución y la ley. Es la hora ciudadana de honrar y respetarnos a nosotros y al país.
Wagner Mantilla Cortés