Tragedia del mini submarino: qué dijo Guillermo Söhnlein, el argentino fundador de OceanGate

 Tragedia del mini submarino: qué dijo Guillermo Söhnlein, el argentino fundador de OceanGate

El argentino Guillermo Söhnlein, quien fuera uno de los cofundadores de la empresa OceanGate, la firma dueña del mini submarino que implosionó en una excursión al Titanic, siguió las tareas de búsqueda desde España, y afirmó que el protocolo de la empresa siempre fue que "el piloto saque el submarino a la superficie". Söhnlein dejó la empresa hace 10 años y ahora está radicado en Barcelona, España.

El empresario argentino creó OceanGate en 2009 y en 2013 abandonó su posición, según su perfil de LinkedIn, donde, además, se describe como "consultor independiente y emprendedor social, centrado en la innovación tecnológica, los negocios internacionales y la exploración y asentamiento sostenible de entornos extremos en tierra, mar y espacio".

Según su perfil de Wikipedia, Söhnlein nació en Buenos Aires el 18 de mayo de 1966 y emigró a los Estados Unidos en 1972 con su familia, donde se radicó en San José, California, y asistió a la escuela secundaria St. Francis en Mountain View.

Luego de difundirse la noticia del hallazgo del Titán, Söhnlein afirmó a la BBC que el protocolo de la empresa "es que el piloto saque el submarino a la superficie. Siempre he pensado que eso es lo que Stockton habría hecho". Stockton Rush fue el cofundador de OceanGate con el argentino.

Previamente al descubrimiento del submarino, Söhnlein subió una carta a su red social de LinkedIn, en la que explicó: "Durante los últimos tres días, he visto a lo lejos a cientos de profesionales dedicados a buscar y rescatar al sumergible Titan, que ha interrumpido la comunicación durante la expedición científica que se dirigía al naufragio del Titanic".

"Hoy es un día crítico para el rescate y los suministros vitales del submarino, que han comenzado a agotarse", agregó a través de su carta difundida esta mañana por Facebook y LinkedIn.

A la BBC, luego, también le advirtió sobre su temor de que "cuando se opera a gran profundidad, la presión es tan grande que si hubiera una falla se produciría una implosión instantánea. Si eso es lo que ocurrió, habría ocurrido hace cuatro días".

"En todo caso, creo que tenemos que volver atrás y aprender de lo ocurrido, averiguar qué ha pasado, tomar esas lecciones y llevarlas adelante", concluyó.

Antes, en su carta hecha pública, aseveró que "la ventana de tiempo disponible para su rescate es más larga de lo que la mayoría de la gente piensa".

La empresa OceanGate Expedition, operadora del sumergible y organizadora del viaje, consideró en un comunicado que los cinco pasajeros del sumergible turístico murieron. "Los restos son consistentes con una catastrófica pérdida de la presión de la cámara" del Titán, dijo en tanto, esta tarde, el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera estadounidense, durante una rueda de prensa.

A bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por turista.

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