En un centro médico ubicado en Urdesa, en el norte de Guayaquil, hubo susto entre los usuarios. Aproximadamente a las 08:30 de este 22 de junio fueron evacuados por los guardias del establecimiento, por una supuesta amenaza de bomba.
Miembros de la Policía llegaron al lugar para detectar si había algún objeto sospechoso, pero nada. Fue una falsa alarma.
El cabo de Policía Byron Pineda, uno de los agentes que llegaron al centro médico, comentó que la alerta se produjo por una llamada hecha a un colaborador del sitio. “Aquí vamos a mantenernos como Policía Nacional”, indicó. Sus superiores adoptaron la disposición de que una patrulla se mantenga en la zona hasta segunda orden.
Aunque la amenaza fue falsa, generó preocupación. Y eso es porque la noche del martes, sujetos lanzaron un explosivo en el lugar, lo que provocó daños leves y que un guardia resulte herido, aunque no de gravedad. Además, le quemaron el carro al propietario en la vía a Samborondón.
Un día antes, el dueño fue secuestrado, pero la policía lo rescató el martes, antes del estallido. Los atentados serían una represalia de los delincuentes, al ver que fracasaron en su intento de obtener dinero fácil.