El fallecimiento de un ser querido es una de las situaciones más desagradables que se puede vivir, no solo por el luto y la tristeza que se vive a partir de su desaparición física, sino porque también implica una serie de interminables trámites y consideraciones legales para los herederos.

Cuando muere una persona que es titular de una tarjeta de crédito, surgen interrogantes sobre qué sucede con dicha cuenta y cómo se deben manejar las deudas pendientes. Existen un montón de implicaciones y procedimientos que se activan tras la muerte del titular de una tarjeta de crédito, tanto para los descendientes como para las instituciones financieras involucradas.

En primer lugar, es crucial notificar a la entidad emisora de la tarjeta de crédito sobre el fallecimiento del titular. Los familiares deben comunicarse al banco en un plazo máximo de 180 días. Esto se puede hacer a través de una llamada telefónica o mediante un aviso por escrito. La institución financiera solicitará una copia del certificado de defunción y otros documentos relacionados para verificar la situación.

Luego, una vez que la entidad emisora ha sido notificada y ha recibido la documentación requerida, procederá a cancelar la tarjeta de crédito del titular fallecido y bloquear los fondos de la cuenta. Sin embargo, es importante que los familiares estén atentos a posibles cobros no desactivados relacionados con tarifas de servicios como luz, agua e impuestos.

Si la tarjeta de crédito tiene co-titulares o usuarios autorizados adicionales, estos podrán seguir utilizando la tarjeta y serán responsables de las deudas generadas en sus propias transacciones.

En general, los herederos no son responsables personalmente de las deudas del titular de la tarjeta de crédito fallecido. Sin embargo, es importante destacar que la deuda pendiente podría afectar el patrimonio del difunto y, por lo tanto, reducir la cantidad de activos disponibles para la herencia.

En el caso específico de Argentina, las tarjetas de crédito incluyen un seguro de vida que cubre el saldo de deuda en caso de fallecimiento del titular, excluyendo el suicidio como causa de muerte. Según la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, este seguro de vida sobre saldo deudor se aplica a todas las compras financieras realizadas por el titular y los adicionales, con el objetivo de cubrir la deuda pendiente en caso de fallecimiento.