El petróleo, en su s egundo día consecutivo de caídas, se encamina hacia un declive semanal debido a una combinación de factores que generan preocupación en los mercados. El incremento de las tasas de interés en el Reino Unido agravó las inquietudes sobre el crecimiento económico, eclipsando así el descenso de las reservas de crudo en Estados Unidos y otros indicios de escasez de suministros.

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Este viernes, el crudo Brent cae 1,5% hasta los u$s73,06 por barril, muy cerca de su mínimo de marzo pasado cuando alcanzó los u$s70,06 por barril. Por su parte, el WTI en Estados Unidos cae 1,8% hasta los u$s68,33. En marzo, el crudo estadounidense alcanzó un mínimo de u$s63,64.

La víspera fue especialmente negativa para los precios del petróleo, ya que tanto el Brent como el West Texas Intermediate (WTI) retrocedieron cerca de u$s3. Este descenso se produjo tras el sorpresivo aumento de medio punto porcentual en las tasas por parte del Banco de Inglaterra, superando las expectativas. Además, los bancos centrales de Noruega y Suiza también optaron por elevar los tipos, exacerbando la incertidumbre en los mercados.

Tamas Varga, de la correduría PVM, sostiene que la ansiedad se intensificó notablemente tras las decisiones de los bancos centrales. La persistente preocupación por una posible recesión y los vientos económicos en contra que suscitaron un clima sombrío en los mercados. Solo una disminución significativa de las existencias de petróleo indicaría un cambio duradero en las actuales perspectivas ominosas.

El aumento de las tasas de interés repercute en el costo de los préstamos para empresas y consumidores, lo que podría desacelerar el crecimiento económico y afectar negativamente la demanda de petróleo durante el resto del año.

Además, la perspectiva de nuevas alzas en las tasas en Estados Unidos se suma a estos factores adversos. Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, adelantó que dos incrementos adicionales de 25 puntos básicos cada uno son una "suposición bastante acertada" para finales de año.

El fortalecimiento del dólar también ejerce presión sobre el precio del petróleo. Los comentarios contundentes de los bancos centrales de todo el mundo impulsan la valoración de la divisa estadounidense. Un dólar fuerte encarece el petróleo para los poseedores de otras monedas, lo que puede afectar la demanda y señalar una mayor aversión al riesgo por parte de los inversores.