Argentina está nuevamente en los ojos de los inversores extranjeros. Habiendo atravesado ya el cambio de mercado emergente a fronterizo, las miradas hoy se centran en el potencial que tiene nuestro país en distintos sectores más allá de los agronegocios, tales como los de energía, renovables, petróleo y gas, así como minería.

Con el aumento del interés de inversores, la capacidad de las empresas para potenciar su visibilidad y tener una comunicación efectiva dependerá de desarrollar una pieza clave dentro de ellas: el rol del Oficial de Relación con Inversores, o Investor Relations Officer (IRO, por sus siglas en inglés).

¿Por qué? En un contexto donde abunda la información disponible, la confianza, la credibilidad y la transparencia son un desafío. Si entendemos que son estos los valores que impactan en el atractivo de una empresa ante sus inversores actuales y potenciales, resulta necesario focalizar en esta función.

El Investor Relations Officer se dedica a construir relaciones sólidas desde un doble enfoque: es el nexo que explica la empresa a los inversores, por un lado, y los inversores al directorio y al management de la compañía, por otro. Es el principal punto de acceso de los inversores y cumple un papel fundamental para mejorar la confianza y la credibilidad de una empresa frente a ellos. Es un rol que gestiona sobre la base del entendimiento, anticipando, entonces, las expectativas de los inversores y del mercado en cuanto a resultados. De esta manera, es un termómetro para las empresas.

Hoy, son las compañías las que deben liderar la conversación y para ello deben estar preparadas y capacitadas para tal fin. Por eso, el IRO es un pilar clave para construir un diálogo fluido y transparente con dichas audiencias, pudiendo identificarlas y conservarlas, al tiempo que desincentiva la llegada de socios no deseados.

Desde la mirada de la empresa, este rol es un recurso que trabajará con la anticipación logrando mantener una imagen corporativa sólida frente a las adversidades. Es así que estará a cargo de comunicar sobre los planes de gestión de crisis, planes de contingencia y comunicación proactiva y transparente en tiempos difíciles. A su vez, será una guía para el directorio y la gerencia de la empresa, sobre cuáles son los temas estratégicos y de largo plazo que valora el mercado, sosteniendo su trabajo en métricas y mensajes internos y externos alineados.

La importancia de este trabajo dista de otras funciones, como comunicadores corporativos o relacionistas públicos, ya que se centra específicamente en el conocimiento clave sobre el Mercado de Capitales, a partir del análisis de resultados financieros que le permiten responder a los intereses de los accionistas y analistas.

Con capacidad de definir qué tipo de inversor tienen enfrente, contemplando todas las variables contables, macroeconómicas y de negocio, como también inputs del modelo que les permitirá avanzar en su gestión. El IRO será el encargado de establecer un vínculo con ellos, logrando una comunicación clara y efectiva que perdure en el tiempo.

Además, es un experto que debe ser capaz de hablar del posicionamiento de la empresa en el impacto de todos los grupos de interés, con especial conocimiento sobre criterios Ambientales, Sociales y de Gobernanza (ASG) alineados a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. En este sentido, el alcance de su función es amplio, contempla la gestión de eventos corporativos clave, como la gestión de la asamblea de accionistas.

¿Qué tipo de organizaciones deben priorizar este rol? Aquellas empresas o proveedores de servicios con actual o potencial vinculación con el Mercado de Capitales. Está comprobado académicamente que este es un rol que potencia el valor de la empresa, con lo cual baja su costo de financiamiento. En resumen, contar con este rol es altamente beneficioso para la compañía.

Así como las organizaciones deben considerar la relevancia de su rol, son los IROs los que deben estar a la altura de la circunstancia desarrollando todas las habilidades, los conocimientos y el expertise requerido para su función. Para esto, la capacitación es fundamental. Existen hoy en día cursos específicos sobre este papel, un ejemplo es la propuesta educativa de BYMAEDUCA que comienza el 27 de junio.

Con un mercado en constante movimiento, este rol es y será cada vez más relevante para permitirle a las compañías estar al día y responder las demandas de sus inversores de forma propicia. De allí la importancia de seguir desarrollándolo y dar a conocer esta función.

Director Ejecutivo de Caja de Valores, depositaria del Grupo BYMA.