Los líderes de los principales bancos centrales del mundo anunciaron este miércoles 28 de junio que están considerando implementar medidas más restrictivas en materia de política monetaria para combatir la persistente inflación, pero continúan confiando en su capacidad para lograrlo sin provocar recesiones.

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En ese sentido, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos, no descartó la posibilidad de aumentar las tasas de interés en las próximas reuniones del organismo. Por su parte, Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo (BCE), confirmó las expectativas de que el organismo incrementará las tasas en julio, algo que considera "probable".

Durante una reunión anual de banqueros centrales organizada por el BCE en Sintra, Portugal, Powell afirmó: "La política monetaria no ha sido suficientemente restrictiva durante el tiempo necesario". Además, agregó: "No descarto en absoluto la posibilidad de realizar movimientos en reuniones consecutivas". La próxima reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed está programada para el 25 y 26 de julio.

Powell señaló que el mercado laboral de Estados Unidos, en particular, necesita relajarse aún más para aliviar la presión sobre los precios. Aunque reconoció que existe una "probabilidad significativa" de una recesión, afirmó que esta no es la situación más probable.

Lagarde, en tanto, mencionó que es posible que la economía de la zona euro, que se encuentra en una fase de estancamiento, entre en recesión este año, pero aclaró que no es la expectativa principal del BCE. En relación con la lucha contra la inflación, Lagarde declaró: "Aún tenemos mucho camino por recorrer. No vemos pruebas tangibles suficientes de que la inflación subyacente, especialmente los precios internos, se esté estabilizando y disminuyendo".

Andrew Bailey, gobernador del Banco de Inglaterra, afirmó durante el mismo panel que el aumento inesperado de 50 puntos básicos en las tasas de interés la semana pasada refleja una economía resistente y una inflación persistente. Además, agregó que el BoE no prevé actualmente una recesión. En cuanto a las medidas monetarias futuras para reducir la inflación en el Reino Unido, que es la más alta entre los países del G7, Bailey afirmó: "Haremos lo que sea necesario".

Por su parte, Kazuo Ueda, gobernador del Banco de Japón, tuvo un enfoque notablemente diferente al de los otros miembros del panel. Afirmó que el BOJ consideraría cambiar su política monetaria relativamente más flexible si tuviera "una certeza razonable" de que la inflación aceleraría en 2024 después de un período de moderación. Aunque la inflación general supera el 3%, el Banco de Japón mantiene una política monetaria flexible debido a que la inflación subyacente se encuentra por debajo de su objetivo del 2%, según Ueda.