Al arsenal terapéutico para tratar el envejecimiento cutáneo se suman los péptidos biomiméticos, sustancias proteicas que al infiltrarlas en la región facial actúan a nivel celular, reactivando y potenciando la producción de la elastina, fibronectina, colágeno y fenilalamina que se desgastan con el tiempo, “consiguiendo revitalizar la piel, devolviéndole su luminosidad, elasticidad y firmeza”, dice la doctora Priscilla Alcócer, cirujana plástica, reconstructiva y estética.

Los péptidos biomiméticos son de origen coreano y se los utiliza con muy buenos resultados en Europa y México. No se obtienen de animales como antiguamente se lo hacía con el colágeno (porcino o bovino), sino que se fabrica en laboratorios especiales para que estimulen a las proteínas naturales que están en el organismo.

Y a diferencia de técnicas quirúrgicas o de infiltración a las que antiguamente se recurría para lograr una cara completamente estirada, ahora las personas optan por métodos menos invasivos, más naturales y armónicos.

EL PROCEDIMIENTO

DETALLES

EN EL CABELLO

Una melena voluminosa es sinónimo de cuidados, no así una rala y opaca, que es muestra de envejecimiento en hombres y mujeres. Por eso, si está perdiendo pelo es hora de aplicar péptidos biomiméticos en el cuero cabelludo. Así conseguirá que la fase anágena (de fabricación del nuevo pelo), que por lo general se da en 3 meses, se prolongue a 6 y 8 meses, además de fortalecerlo, evitando que se caiga. Se recomiendan inyecciones periódicas una vez cada 15 o 30 días.

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