Un grupo de científicos de Gran Bretaña decidió hace unos meses trabajar acerca de una de las grandes incógnitas de la gente: los beneficios de dormir siesta. Y parecen haber dado en el clavo, ya que podría ser posible que las personas que descansan de esta forma durante el día podrían tener un cerebro más grande que quiénes no lo hacen.
El estudio, publicado en la revista Sleep Health, reveló que los científicos tomaron datos de 378.932 personas entre los 40 y 69 años, y analizaron las secciones del código genético que hacían a estas personas más proclives a dormir la siesta con regularidad. A continuación, compararon la salud cerebral y la cognición de quienes tenían los genes de dormir la siesta, mediante un método estadístico que ayuda a proporcionar información sobre la relación entre una exposición y un resultado.
En el comunicado publicado junto al estudio, la neurocientífica del University College de London y autora principal del artículo, Valentina Paz, sostiene que "al analizar los genes fijados en el momento del nacimiento, la aleatorización mendeliana evita factores de confusión que se producen a lo largo de la vida y que podrían influir en las asociaciones entre la siesta y los resultados de salud".
Los resultados fueron sorprendentes. Las personas que dormían la siesta tenían cerebros más grandes, equivalentes a los de personas que serían entre 2 y 6 años más jóvenes. "Nuestro estudio apunta a una relación causal entre la siesta habitual y un mayor volumen cerebral total", declaró la autora.
La técnica mendeliana igualmente solo puede demostrar que existe una relación entre la siesta y la salud cerebral, pero no logra distinguir la causa y efecto. Además, factores como la duración de la siesta no se tuvieron en cuenta en el estudio.
No es la primera vez que la siesta y sus consecuencias para la salud son objeto de investigación. Estudios anteriores han llegado a conclusiones contrarias, como es el caso de uno publicado en marzo de 2022, el cual descubrió que el cansancio diurno excesivo puede ser un signo de "trastornos neurodegenerativos" como la demencia.
