Luego de El Niño 1997-1998, en Cedegé se elaboró un Plan de Contingencia para la cuenca del Guayas y la Pla. de Santa Elena para complementar el plan hidráulico en prevención y reducción del efecto de desastres naturales o antrópicos bajo el principio del desarrollo sustentable, con participación comunitaria y municipal. El Gobierno creó CorpEcuador para la reconstrucción de daños. La gran infraestructura hidráulica construida minimizó los efectos del evento, cumpliendo con la prevención de desastres. Ante un nuevo evento -igual o mayor- está claro que no se aprendió la lección: algunos gobiernos provinciales y municipales están solicitando recursos extraordinarios para trabajos de prevención que debieron ser parte de sus actividades rutinarias y que son dispendio de recursos que pueden ser mejor utilizados durante y tras el evento. Frente a su proximidad solo queda privilegiar al ser humano en educación, salud, agricultura, transporte y su derecho a preservar la vida. FF. AA., Policía, bomberos y Gestión de Riesgos jugarán un rol primario. Se espera que los gobiernos (central, provincial y municipal) implementen un plan de contingencia para tener capacidad instalada que permita acometer adecuadamente los desastres durante y luego de que ocurran, sin olvidar la prevención. Las instituciones de desarrollo regional que construyeron la gran infraestructura hidráulica desaparecieron en 2007 tras reorganizar el Consejo Nacional de Recursos Hídricos y crear la Secretaría Nacional del Agua, entidad burocrática y sin recursos.

Jacinto Rivero Solórzano