El fusil de asalto AR-15 utilizado el lunes en el tiroteo en un banco de Louisville, Kentucky, será subastado bajo la ley estatal a pesar de las protestas del alcalde.

El arma semiautomática, con la que murieron cinco personas, el tirador entre ellas, y otras cuatro resultaron heridas, había sido comprada legalmente por el asesino, un empleado del banco, el 4 de abril.

Según la ley de Kentucky, todas las armas incautadas por la policía local, incluidas las utilizadas en homicidios, deben subastarse para su recompra.

"Te das cuenta de que el arma homicida volverá a estar en las calles", atacó el alcalde durante una conferencia de prensa pidiendo un cambio en la ley.

Un joven de 23 años mató este lunes a tiros a cuatro personas en un banco de la ciudad más poblada del estado estadounidense de Kentucky, incluyendo a dos amigos del gobernador, informaron autoridades, que dijeron que el atacante, un exempleado de la entidad, también murió baleado. El ataque ocurre apenas dos semanas después del ataque en una primaria de Nashville.

Otras nueve personas resultaron heridas y fueron internadas en un centro médico de la ciudad de Louisville tras el tiroteo en el edificio del Old National Bank, informó el Hospital de la Universidad de Louisville.

Dos de los heridos eran policías, y uno de ellos estaba en estado crítico, agregó el hospital.