El perfume define a una persona. Cuando una fragancia hace sinergia con la piel, va dejando su estela por doquiera que vaya, convirtiéndose en el medio por el cual se la distingue o identifica.

Su valor no solo radica en la fragancia que desprende sino también en el impacto que tiene en el estado de ánimo. Basta unas cuantas gotitas para levantarnos el ánimo, inyectarnos de seguridad y dejarnos predispuesta a conquistar el mundo. Así lo avalan estudios científicos que aseguran que la esencia de lavanda relaja, calma; los cítricos, espabilan o energizan a la persona. Le compartimos algunos tips para que le saque el máximo provecho a su botellita de ensueño.

TIPS INFALIBLES

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