Tina Turner, una de las grandes estrellas del mundo del rock estadounidense de los años 80, falleció este miércoles a los 83 años. Además de haber dejado un enorme legado musical sentó precedente como una primeras mujeres en denunciar violencia doméstica. Después de una vida llena de adversidades, pasó sus últimos años en Zúrich, Suiza donde atravesó su larga enfermedad junto a su esposo Erwin Bach.
La intérprete norteamericana nacida en Brownsville, Tennessee el 26 de noviembre de 1939 dio sus primeros pasos en la música en 1959 junto a su entonces pareja Ike Turner, una estrella del momento, y formaron el duo Ike and Tina Turner. En 1961, tres de sus canciones llegaron al top 100 y ya estaban consolidados con éxitos como River deep, mountain high.
Sin embargo, el buen desempeño en los escenarios no estaba reflejado al interior de la pareja. Años más tarde Tina denunciaría que su esposo Ike tenía actitudes violentas con ella y además había sido detenido en más de una ocasión por posesión de estupefacientes.
Esta situación terminó de explotar una noche cuando, como tantas otras veces, él le pegó, le gritó y la despreció. A esto ella respondió con más gritos y luego de la pelea, que tuvo lugar horas previas a un show, la artista decidió irse del hotel donde se hospedaban y con sus pocas pertenencias, cruzó la autopista y fue a otro hotel a buscar ayuda.
Un abogado amigo le consiguió un pasaje y una casa en la que esconderse en Los Ángeles para no ser encontrada por Ike y su furia. Decidida a no volver con él, rompió esa noche tanto su vínculo amoroso como profesional y empezó de nuevo.
Al momento del divorcio, su expareja pidió quedarse con todos los bienes que tenían en común. Tina le dio lo que pretendía: las casas, los autos y los derechos de autor. Pero sólo pidió quedarse con su nombre.
Como solista, logró replicar el gran éxito que había conseguido con el dueto y en 1982 llegó uno de los grandes momentos de su carrera: el disco Let's dance, producido en colaboración con David Bowie. A partir de este momento, quedó consolidada como una de las grandes estrellas musicales, no sólo en Estados Unidos sino en todo el mundo.
Luego actuó en la película Mad Max II y su sencillo We don't need another hero fue incluido en la banda sonora. Más adelante lanzó otros álbumes como Break every rule, Simply the best, What´s love got to do with it y Wildest dreams.
En el año 2000, con más de 60 años, anunció que se retiraría de los escenarios. Antes de despedirse, hizo una gira de despedida con un total de 95 actuaciones donde confirmó, una vez más, que era sin dudas la reina del rock.