De acuerdo con una investigación reciente en primates, se encontró que las especies que muestran una mayor tolerancia social tienen una mayor capacidad para regular sus emociones y comportamientos. Esta conclusión surge a partir de un estudio que fue a fondo con una de las teorías propuestas por la Ciencia para entender cómo los primates no humanos evolucionaron hacia una mayor inteligencia, similar a la de los seres humanos.
El estudio, dirigido por un equipo de la Universidad de Portsmouth, encontró una conexión significativa entre la organización social y las habilidades cognitivas en los monos. Evaluaron tres especies de primates con diferentes niveles de tolerancia social, desde sociedades autoritarias hasta sociedades más relajadas. En el estudio se puso a prueba a los monos, en una serie de tareas cognitivas con pantalla táctil para determinar cómo de impulsivos y reactivos eran.
Asimismo, los monos tonkeanos, que se sabe que se llevan mejor entre sí con relaciones más diversas y complejas, demostraron un mejor control general de la distracción, las emociones y las acciones en comparación con las especies menos tolerantes de cola larga y rhesus.
La autora principal e investigadora de doctorado, la Dra. Louise Loyant del Centro de Psicología Comparada y Evolutiva (CCEP) de la Universidad de Portsmouth, dijo en un comunicado: "Esta relación entre la tolerancia social y las habilidades cognitivas podría explicar por qué los macacos de Tonkean son mejores para manejar relaciones complejas con los demás.
Del mismo modo, Loyant destacó: "Esto es importante, ya que mejora nuestra comprensión de nuestra propia evolución social. Los macacos viven en comunidades complejas, no muy diferentes a la nuestra, y podemos aprender mucho de ellos. "La investigación existente sobre el control inhibitorio humano, o autocontrol, sugiere que cuanto mejor sea una persona para manejar sus emociones y reacciones, más éxito tendrá en la vida; ya sea en las relaciones, el trabajo o simplemente en general. Nuestros resultados respaldan esta hipótesis".
El estudio, publicado en Animal Cognition, también remarcó la influencia de los factores ecológicos en las habilidades de autocontrol. Los diferentes riesgos y presiones ambientales que enfrenta cada especie podrían haber dado forma a sus comportamientos, emociones y niveles de impulsividad.
Los monos de cola larga y rhesus que viven en áreas con una mayor cantidad de depredadores mostraron comportamientos más reactivos y cautelosos, mientras que los macacos de Tonkean, que se enfrentan a un menor riesgo de depredadores, exhibieron comportamientos más tranquilos y menos reactivos. Los investigadores dicen que tanto los factores sociales como los ecológicos pueden influir conjuntamente en las habilidades de autocontrol en los primates.