Los niños nacidos en pandemia se alistan para ir a la escuela

Cuando en Ecuador se declaró la cuarentena por la pandemia de la COVID-19, en marzo de 2020, Joselyn tenía cuatro meses de nacida. Actualmente, con un poco más de tres años, la niña se alista para ser insertada en el sistema educativo, en donde deberá cursar el nivel inicial o preescolar.

Cuando inicie el nuevo año lectivo 2023-2024 en el régimen Costa, será la primera vez que la niña ingrese a un salón de clases; que esté lejos de papá y mamá por más de cinco horas, que dura la jornada escolar de educación inicial, y que, además, comience un proceso de socialización con otros niños, que no sean sus parientes.

Su madre, Roxana Bermeo, dice que todavía no puede evitar angustiarse cada vez que piensa en la separación que tendrá con su hija. No obstante, reconoce que llegó la hora de hacerlo, no solo para que la menor aprenda a desarrollar habilidades y destrezas, bajo la dirección de una parvularia, sino también para que pueda compartir con otros niños de su edad; algo que muy poco ha hecho en los últimos tres años.

Las instituciones educativas que ofertan educación inicial se preparan para recibir a los niños de 3 y 4 años. Para ello, han desarrollado programas que contienen actividades lúdicas y herramientas audiovisuales que los enganche al proceso de enseñanza y aprendizaje.

Con esto quieren ver a más niños en las aulas y reducir la deserción escolar que existió en el nivel educativo inicial, durante los años de pandemia.

Rectores, parvularios, psicólogos educativos y padres consultados por EXPRESO hablan sobre la importancia de este proceso y cómo se lo debe ejecutar para que los niños mantengan una sana convivencia en la escuela, que es su segundo escenario, después de la familia.

Mónica Guerra, con 15 años de experiencia en educación inicial, dice que el docente debe garantizar que los niños se adapten a su nuevo ambiente y desarrollen independencia.

Indica que también hay que trabajar actividades con los padres, para que ellos ayuden a sus hijos. “Aquí los niños van a aprender cosas nuevas: autonomía, independencia, valores y a compartir”, menciona.

La parvularia señala que la adaptación y el aprendizaje deben ser a través de actividades recreativas, títeres, dramatizados, fichas, rompecabezas y todo tipo de material que llame la atención del niño y lo atrape en el aula para que quiera quedarse en ella.

La psicóloga Karina Baquero recomienda el juego simbólico para desarrollar el lenguaje y, por ende, la seguridad y confianza en la relación con otras personas. “Actividades dinámicas como leer cuentos permitirán al niño tener un amplio vocabulario y comunicarse mejor, algo que ha sido uno de los problemas más grandes que tienen los niños de 3 y 4 años”, agrega.

Gina Yépez, madre de Hanna Viteri (3), está pendiente de que se inicie la matriculación de los niños que van por primera vez al sistema de educación pública, para registrar a su niña.

“Quiero que mi hija conozca nuevos amigos, que aprenda a convivir fuera de casa y que le agarre amor al aprendizaje”, manifiesta, al señalar que ella le ha enseñado los colores, algunas letras y números, para que la menor vaya preparada y no le tenga miedo a la escuela.

Algo similar opina Amelia Santos, otra madre de familia, quien ya matriculó a su hija de tres años en una institución educativa particular. “Los niños son como una esponja y desde pequeños hay que acostumbrarlos a aprender”, puntualiza.

En el período lectivo 2021-2022, hubo 36.521 niños de 3 y 4 años matriculados en el sistema fiscal; mientras que en el 2022-2023, asistieron 34.149, lo que representa una disminución de 2.372 estudiantes, es decir, un 6,94 %, según informó a EXPRESO la Subsecretaría de Educación de la Zona 8, que abarca los cantones Guayaquil, Durán y Samborondón.

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