Córdoba (enviada especial) - En un duelo polarizado y fuertemente nacionalizado, los primeros datos oficiales del escrutinio provisorio en las elecciones cordobesas muestran pasadas las 19.30 una ventaja del candidato a gobernador de Juntos por el Cambio, el senador nacional Luis Juez, por sobre el intendente capitalino Martín Llaryora (Hacemos Unidos por Córdoba) , en la puja por la sucesión desde diciembre del gobernador peronista crítico Juan Schiaretti (quien busca además un espaldarazo para su flamante y transversal “Hacemos por Nuestro País”, que lo tiene como precandidato presidencial y en tren de ampliar el poderío en el Congreso).
Escrutado sólo el 5,5% de las mesas, la fórmula de JxC, integrada por Juez (Frente Cívico) y por el diputado nacional y titular de la UCR provincial, Marcos Carasso (del riñón de Mario Negri) suma el 45,07%, sobre el 38,51% de la dupla de Llaryora y la radical díscola Myrian Prunotto..
En tercer lugar se ubica La Libertad Avanza, que postula Agustin Spaccessi, aunque sin el apoyo abierto de Javier Milei, con el 2,64%.
Y en el cuarto se ubica la fórmula del exFdT, que a diferencia de 2019 esta vez sí tuvo candidato a gobernador. Con el sello de Creo en Córdoba de Todos, el tándem del intendente de Embalse, Federico Alesandri (del sector del vicepresidente del Banco Nación, Carlos Caserio) y la diputada nacional camporista Gabriela Estévez, auspiciada por Cristina de Kirchner, obtiene a esta altura del escrutinio el 2,55%.
En el búnker oficialista, en el centro de congresos Quorum de la capital provincial, flotan aires de optimismo desde las 18 y a priori creen que estarían ante una victoria de unos 11 puntos. Los primeros resultados adversos fueron atribuidos a enclaves donde se esperaban reveses.
En la vereda de la oposición, el conteo será seguido desde Espacio Quality, el lugar elegido por JxC ya para el cierre de campaña de Juez en la noche del pasado jueves. Hacia allí enfilará la precandidata presidencial de JxC, línea halcón, Patricia Bullrich, en principio pasadas las 19.
Bullrich tiene sus cotizaciones en trepada libre en Córdoba frente a su fórmula rival en las PASO del 13-A, de Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales. El fallido intento de esa dupla del ala moderada de armar un “frente de frentes” con el schiarettismo cayó muy mal en la versión local de JxC y disparó realineamientos que se traducirán en votos.
En el marco de un padrón de 2.984.631 personas (es el segundo distrito electoral del país, con el 8,69% del total), la participación fue baja según trascendió de fuentes policiales. En Córdoba, sin embargo, la Justicia Electoral no hacen mediciones de participación durante el acto comicial, sino cuando termina la elección, con el cálculo de la cantidad de votos efectivamente emitidos.
El cordobesismo busca retener el poder que ostenta desde 1999 en el segundo distrito electoral del país, con un Llaryora con coalición ampliada que apuesta a superar con éxito el desafío de encabezar una boleta que, por primera vez en 24 años, no contó con el juego de alternancia entre el “Gringo” y José Manuel de la Sota, fallecido en 2018.
JxC, por su parte, puso sus esfuerzos en intentar quebrar la continuidad del oficialismo y sumar a Córdoba al concierto de las sonoras victorias recientes en las generales de San Luis (con Claudio Poggi) y en las PASO de Chaco (con Leandro Zdero).
En esa línea, Juez apuntó a que su tercera candidatura a gobernador no sea la vencida, en el marco de una coalición opositora que esta vez no marchó con oferta duplicada, como ocurrió en 2019 por la implosión de Cambiemos.
La campaña de HUxC se basó en los logros de gestión y en el trabajo en equipo entre Schiaretti y Llaryora, ambos -resaltan- con alta imagen positiva en la provincia. Juez, por su parte, fogoneó la idea de “fin de ciclo” y a las asignaturas pendientes en seguridad y en el presente de trabajadores y jubilados, entre otros ejes.
El oficialismo intenta además sostener su poderío en la unicameral Legislatura, que discute este domingo la renovación de sus 70 bancas y donde Schiaretti tiene mayoría absoluta. También se votó intendente en 227 municipios y comunas (más de la mitad del total, y alineadas con el frente oficialista) y 3 miembros del Tribunal de Cuentas.
Luego las miradas estarán puestas en la puja por la intendencia capitalina que animarán el desdoblado 23 de julio el diputado nacional radical Rodrigo de Loredo con el actual viceintendente, Daniel Passerini. Y en las PASO nacionales del 13-A, donde JxC marchará con oferta partida a diputados nacionales de Córdoba, de la mano de las ristras de Larreta y Bullrich.
Llaryora lideró una coalición ampliada que sumó a dirigentes díscolos del PRO y de la UCR, de otros sectores del peronismo (como el de Martín Gill), del socialismo y del vecinalismo, en una estrategia que replicó las claves
“antigrieta” que promueve Schiaretti a nivel nacional.
La estrategia a tres bandas en el oficialismo busca anotar una victoria clave e insuflar así un aventón a la carrera nacional de Schiaretti, quien el sábado inscribió su candidata presidencial por “Hacemos por Nuestro País” de cara a las PASO del 13-A. Además apuesta a un triunfo que actúe además como fogonero para Passerini, a quien le espera una desafiante batalla ante De Loredo el 23-J en la capital.
Para Juez -quien además fue diputado nacional, embajador en Ecuador durante la presidencia de Mauricio Macri e intendente capitalino- fue la tercera candidatura a gobernador, tras los intentos de 2007 (perdió ante Schiaretti, en medio de denuncias de supuesto fraude) y 2011 (cayó ante De la Sota). En las parlamentarias nacionales 2021 festejó el triunfo de JxC, que lo tuvo como cabeza de lista junto a De Loredo.
Llaryora, en tanto, fue ministro de Industria de De la Sota, intendente de San Francisco, vicegobernador de Schiaretti, diputado nacional y, desde 2019, alcalde capitalino.
