Bameno es un punto casi invisible en el mapa del territorio ecuatoriano, en medio de la Amazonía. Es por eso que las 21 personas que arribaron a Guayaquil desde este apartado lugar la mañana del miércoles 21 de junio de 2023 habían cumplido un viaje de tres días, embarcados en canoas, caminando entre la selva y trasladándose luego en carro.
Todo porque en algún momento, a uno de ellos, se les ocurrió conocer el mar. Así se lo narró a EXPRESO Manuel Avilés Prieto, quien lleva cerca de 15 años vinculado con Bameno, esta comunidad ubicada en el Yasuní.
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“Un cierto día, hace tres meses, más o menos, me llamó Luis, el líder de esta comunidad, para decirme que querían viajar para conocer el mar. Eso me pareció interesante, así que decidimos organizar el viaje hasta que se concretó”, agrega Avilés, un ingeniero agropecuario, quien narra que su primera experiencia con los huaroanis se inició hace 30 años, cuando era un misionero salesiano.
Luego se hizo fotógrafo profesional, tanto así que parte de sus expediciones hacia estos pueblos amazónicos las ha plasmado en reportajes fotográficos que se han publicado en la revista National Geographic de marzo pasado, y en documentales en videos.
“Quieren conocer el mar y tendrán la oportunidad de visitar Manta”, agrega Avilés.
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Este histórico encuentro de los habitantes de Bameno se dio el pasado jueves 22. Pero el día anterior hicieron una parada en el Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo (MAAC).
En este museo se preparó una jornada que se denominó ‘Memorias vivas de los huaoranis’. Un programa que abrió el espacio para un diálogo intercultural entre los habitantes de la Amazonía y los guayaquileños. Hubo actividad de chamanismo, rituales y muestras de artesanías, que trajeron desde sus pueblos los hijos de la selva. Se exhibió, además, el documental ‘Paraísos Escondidos del Ecuador: Bameno-Yasuní’, realizado por Avilés y Ronald G. Dávila.
