Vehículos siendo arrastrados por la corriente, personas protegiéndose encima de sus autos, otros tratando de escapar del interior son algunas de las imágenes que dejó el fuerte aguacero que afectó la tarde del jueves 6 de julio a la provincia española de Zaragoza, y su capital.

La intensa lluvia anegó varios kilómetros de vías. Las personas atrapadas en sus vehículos fueron rescatados por bomberos y equipos de buceadores. 

En poco menos de una hora de lluvia se registró hasta 54,2 litros de agua por metro cuadrado en algunos puntos de la ciudad, con picos de intensidad de hasta 20 litros en 10 minutos. 

Diez personas han tenido que ser rescatadas por los bomberos y equipos de buceadores tras permanecer aguantando la fuerza del agua encaramados en el techo de sus vehículos. 

Este viernes, la ciudad intentó recuperarse de los daños, en un día en el que acuden a ella los reyes y la princesa de Asturias para una entrega de despachos en la academia militar, así como varios mítines políticos.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) mantiene en aviso naranja la provincia, por riesgo de tormentas con granizo y rachas fuertes de viento.

A pesar de la intensa lluvia no se registró ningún accidente con heridos, pero las afecciones se extendieron por toda la ciudad, lo que obligó a interrumpir el servicio del tranvía y a desviar varias líneas de autobús, dijo el Ayuntamiento de Zaragoza. 

La provincia zaragozana y la de Huesca están en aviso naranja, según la Aemet.

La situación más grave se registró en el Tercer Cinturón, a la altura del Barranco de la Muerte, donde varias personas quedaron atrapadas en el interior de sus vehículos.