Ya no quedan dudas: los videojuegos viven una época de oro con sus adaptaciones al cine y a las series. Atrás quedaron los años de películas caricaturescas de Mortal Kombat o Resident Evil. Y si en los últimos años producciones como Detective Pikachu, Sonic, o The Last Of Us fueron subiendo la vara, la película de Super Mario Bros. la rompe.

El film llega a los cines de nuestro país este miércoles 5 de abril. Es una aventura que capta a la perfección la esencia de los juegos de Nintendo, la icónica compañía japonesa dueña de Mario Bros, y la traduce en una película apuntada a los más chicos pero con una solidez visual, un sentido de humor y un corazón que también apela a los más grandes. Más aún si esos grandes fueron o son fanáticos de los videojuegos.

Super Mario Bros. es el resultado de una hoja de ruta que Nintendo armó y ejecutó sin saltearse un solo paso. Desde su asociación con Illumination (casa de películas como Mi Villano Favorito o Minions) en el año 2017, Shigeru Miyamoto (el padre de Mario y otros personajes clásicos) trabajó codo a codo con el CEO Chris Meledandri para que esta película honre los casi 40 años de historia del personaje que le puso cara al gaming. Ese plan es la fórmula de un éxito.

La película encuentra ese punto justo en el medio de ser algo pensado para los más chicos pero sin aburrir a los grandes para que la salida familiar sea algo que contente a todos. Esto habla de como la compañía de videojuegos trasladó su legendaria filosofía de apuntar al público "familiar" (en términos de amplitud) del gaming a sus nuevas producciones audiovisuales.

No se puede obviar que los adultos van a sentir que en algunos tramos la historia parece apurarse o que los diálogos sobre explican la situación. Aun así, Illumination animó y diseñó un universo que en ningún momento deja de cautivarte. La película sostiene grandes momentos cómicos, escenas de acción que sorprenden de un estudio de animación como Illumination y un sin fin de referencias gamers y ochenteras.

Los más fanáticos del mundo de Mario y Nintendo van a poder escanear escena por escena la cantidad de menciones a distintos videojuegos o hasta partes específicas de los títulos del fontanero que son traídas y expuestas con la sutileza justa. A través de carteles, ropa, movimientos y hasta la música, la película mantiene el equilibrio de encantar al fan y no agobiar al que no está en tema.

Una de las grandes dudas ante el estreno de esta película era cómo crear una historia para videojuegos que siempre se caracterizaron por priorizar el como se juega antes que el desarrollo de los personajes. La solución fue armada por ambas partes: Miyamoto aportó la esencia de Mario y con eso Illumination construyó una historia simple y efectiva. El viaje de Mario responde a la base de quién es en sus juegos: alguien con la valentía de enfrentarse a cualquier desafío y con la perseverancia para seguir intentándolo aunque pierda.

En ese viaje, el reparto de personajes que creó el universo de Super Mario Bros. también tiene oportunidad de brillar: Desde la clásica caracterización de Luigi cómo un tipo asustadizo hasta la a figura más moderna de la Princesa Peach cómo una mujer que ya no es la "damisela en aprietos", pasando por Bowser como el villano que esconde una vuelta de tuerca y con Donkey Kong con sus propios desafíos personales para superar (¿spin-off en puerta?).

La película de Super Mario Bros. es el primer paso de Nintendo en dominar Hollywood como dominan los videojuegos. A la par de la apertura de sus parques de diversiones en Japón y Estados Unidos, la compañía japonesa sabe que tienen que aprovechar el éxito provisto por su última consola, la Nintendo Switch, para dar el salto y ganar terreno en todos los ámbitos del entretenimiento.