Somos seres de movimiento desde que nacemos, gradualmente vamos reconociéndonos por las vivencias que nos proporciona el cuerpo a través del movimiento; nos ponemos en marcha gracias a las emociones, recuperar la emoción de la alegría por medio de la actividad física, especialmente teniendo en cuenta las secuelas post pandemia, es un recurso esencial para la vida; de no realizarla habitualmente, deterioramos nuestra capacidad psicofísica y nos perdemos los innumerables beneficios fisiológicos, mentales, sociales y el disfrute que nos proporciona.

La inactividad es una de las causas más importantes que inciden en el desarrollo de la enfermedad. El sedentarismo es el cuarto factor de riesgo de las defunciones a escala mundial.

La tecnología, el acelerado ritmo de vida, horarios de trabajo excesivos, la búsqueda de confort, el cambio en las dinámicas familiares, entre otros factores, condujo al predominio del sedentarismo tanto en el ámbito laboral como en el tiempo de ocio.

Creando condiciones para una mejor calidad de vida es cuando “entrenamos” la salud, en este sentido la actividad física es un recurso valioso y accesible; algunas consideraciones a tener en cuenta para facilitar incorporarla como hábito.

La OMS recomienda actividad física aeróbica de al menos 150 minutos de intensidad moderada o 75 minutos de actividad intensa por semana, pero, el aumentar la cuota de movimiento, cambiando el ascensor por las escaleras, haciendo ejercicios de estiramiento, propiciar pausas activas o elegir caminar unas cuadras más antes que utilizar transporte, es ya el inicio de una batalla ganada al sedentarismo

Elegir actividades que se ajusten a horarios posibles, preferencias, condición física y tener metas realistas, ayudan a dar el primer paso. Si hace tiempo que se está inactivo, tener en primer lugar, un control médico es imprescindible. Un profesional cualificado que acompañe en el proceso puede ser muy útil para dar continuidad y seguimiento. Comenzar progresivamente, con pequeños objetivos que motiven.

Siempre hay algo que podamos hacer que se acompase a nuestro estilo de vida, algunas veces es solo detenerse y reflexionar acerca de la importancia de priorizar el propio cuidado y más importante aún, sostenerlo. Algunas estrategias pueden ser útiles, por ej, realizar actividad física temprano de mañana, evitando la excusa de estar cansado al final del día, tener un compañero que se sume a las rutinas de ejercicio, es difícil decir que no si nos pasan a buscar o vamos al encuentro de un grupo, dejar preparada la ropa deportiva bien cerquita, a mano, para incentivar la actividad. Darse algunos premios cuando ya se está consolidando el hábito de ponerse en movimiento.

Aprovechar la incorporación de la actividad física para revisar la alimentación y los distintos hábitos dentro de un programa vital es esencial, sabemos que no toda actividad física ni deporte es saludable si no se realiza con los cuidados pertinentes, como tampoco es suficiente con incorporar ejercicio o deporte desestimando otros aspectos vitales como una buena nutrición, hidratación, descanso, vínculos sostenedores y una vida con propósitos.

Más allá de la labor diagnóstica y terapéutica habitual de los profesionales de salud, la actitud de cuidado de salud que tenemos desde el marco profesional y personal, nos interpela entre lo que promocionamos y realmente hacemos, concepto de salud que trasciende el de no enfermedad, y conlleva la intención genuina de vivir una vida plena, con más energía y esperanza.

Bailar, jugar, caminar, correr, andar en bici, nos ubican en un tiempo presente de pausa y recreo necesario ante las contingencias cotidianas. La actividad nos levanta, empuja y revitaliza, disminuyendo la ansiedad y la depresión, reduciendo el aislamiento social que tienen ciertos estilos de vida. En todas las etapas y en especial en la tercera edad, está probado que para evitar el deterioro cognitivo es importante realizar ejercicio, así también contribuye a la prevención y gestión de enfermedades crónicas no trasmisibles, como las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes y, a través del fortalecimiento musculo esquelético, se conserva la fuerza y flexibilidad, reduciendo el riesgo de lesiones.

En cuanto a lo que a salud mental se refiere, las personas con condiciones físicas crónicas están en riesgo de desarrollar síntomas psiquiátricos y las personas con trastornos mentales o síntomas psiquiátricos están en mayor riesgo de experimentar condiciones físicas crónicas (OMS).

Menos pastillas, menos tecnología, más zapatillas! Sin descartar la medicación cuando fuera necesaria, pero encontrando en la actividad física una aliada en la promoción de salud. En este sentido, los profesionales de las ciencias del deporte y la actividad física, hacemos un llamado a prescribir actividad física regular como parte de los tratamientos, con espacios de soporte familiar y social.

Una de las claves de la curación pasa por ir al origen biológico psicológico social del conflicto, donde el síntoma utiliza el cuerpo-mente para expresar un desajuste en cualquiera de las esferas del ser humano. Aunar al ser humano como un todo en sí mismo, es el gran desafío.

En el 2018, la Asamblea Mundial de la Salud acordó una meta mundial para reducir la inactividad física en un 10% para el año 2030 y alinearse con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, tomar conciencia de incorporar hábitos de ejercicio e incrementar la actividad física colabora con dicho objetivo.

De moverse a comenzar a andar y desde ese andar ir al encuentro con otros, es tan saludable como curativo. Reírse de lo que no nos sale, felicitarse por lo que sí, disminuyen las autoexigencias que tanto abruman y ayuda a mejorar la autoestima, compartir con otros a través de la actividad física aliviana cargas emocionales y nos dispone a comenzar el día más optimistas y creativos, de buen humor.

Moverse es la consigna y si es con otros, mejor.

Psicóloga del Deporte. Health Coach. Academista olímpica, ex jugadora de vóley. Docente Cefa, centro de entrenadores. Asesoramiento a deportistas y entrenadores. JJOORio2016 y JJOO Bs As 2018, Odesur 2022. Cap Salud Mental, Act Física y Deporte, Apsa.