Muchos de los participantes del mercado financiero desconocen la importancia del rol que ejercen. Aun el especulador, palabra que parece hiriente o mal vista, es aquel que ayuda también a darle profundidad al mercado de capitales.

Intervienen todos en su mejora. Los individuos que deciden abrir el capital de sus empresas para hacerse de fondos que le permitan cumplir con planes de negocios; la entidad reguladora que autoriza su cotización; los inversores y aunque parezca mentira, en esta actividad que parece meramente privada, la participación del Estado es clave, en el sentido del entendimiento y la conveniencia en ayudar a su desarrollo.

Pero en esta columna, me quiero referir a las empresas cotizantes, al interés que debería despertar hacerlo y al incentivo que debería venir "desde arriba" para multiplicarlas. Para bien de todos.

No es verdad que se necesitan condiciones macroeconómicas favorables o mercados internacionales optimistas para despertar el apetito cotizante. Se necesitan incentivos.

Así, lo prueban los casos más exitosos del mundo en cuanto a nuevas empresas cotizantes en los últimos 20 años.

Desde la Bolsa de Comercio no se ha encontrado eco con esta inquietud en ningún Gobierno. Para el Estado debería ser una de las tareas importantes a realizar. Tener empresas cotizando, con su obligación de presentar balances trimestralmente, terminaría blanqueando la economía.

Si de parte de éste, el incentivo fuera, por ejemplo, bajar dos puntos de Impuesto a las Ganancias a aquellas que cotizan, tras un tiempo podría visitar a aquellas que no lo hacen para preguntar el motivo de dilapidar tan buena oportunidad.

Al principio, entonces, cedería recaudación, pero a la larga la multiplicaría. Plata futura contra plata presente. Como en muchos ámbitos, debería ser parte de la agenta país y apartidaria.

Abrir el capital en países desarrollados es un tema cultural. Empresas con excedentes de capitales enormes sin necesidad de abrirlo, cotizan porque está bien visto.

En Latinoamérica se necesitan incentivos. Recuerdo que el Banco Nacional de Desarrollo de Brasil otorgaba tasas activas más baratas a aquellas cotizantes. El argumento en dicho caso era que al tener toda la información de las empresas cotizantes no necesitaba de un comité de créditos para analizarlas.

Tenemos que insistir en la materia, para atraer capitales.

Consejero Titular de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. Presidente y socio fundador de Silver Cloud Advisors.