¿Es la crisis Silicon Valley Bank una copia de la de Lehman Brothers en 2008?

 ¿Es la crisis Silicon Valley Bank una copia de la de Lehman Brothers en 2008?

La crisis de Silicon Valley Bank y de Silvergate, hasta ahora es el mayor crush financiero, desde la crisis financiera mundial después de la caída de Lehman Brothers. Entre ambas entidades suman una bancarrota de 400.000 millones de dólares. Claramente, este suceso financiero de enormes magnitudes, ha suscitado temores de contagio a todo el sistema financiero mundial, porque genera reminiscencias con la quiebra de Lehman Brothers, y que terminó en la crisis financiera mundial más grande la historia.

Sin embargo, y a pesar de lo que muchos creen, hay algunas razones importantes por las que es probable que el cierre de SVB y Silvergate sólo afecten a un grupo relativamente pequeño de entidades, y no al sistema financiero mundial en su conjunto. Para entender qué pasó, y qué es lo que va a pasar, hay que ver cómo venía el juego de la macro mundial, y que hacían tanto SVB como Silvergate respectivamente para haber sido tan afectadas.

La realidad es que SVB y Silvergate no se dedican a lo mismo. Si bien en apariencias pueden ser vista como entidades similares porque actuaban como bancos principales, ambos atendían distintos tipos de clientes. El primero, se dedicaba a financiar empresas de capital de riesgo y startups tecnológicas, que venían experimentando un crecimientos extremos desde el 2021, apoyado en tasas de interes bajas. La segunda, se dedicaba a las criptomonedas, y venían muy fuerte desde el 2021 cuando sus acciones se dispararon en el apogeo del blockchain, cuando los inversores tecnológicos devoraban cada nuevo criptoproyecto y venta de NFT.

La contracción de la oferta monetaria por el alza de la tasa de interés de la FED y los demás Bancos Centrales, en algún momento tenía que causar impacto en el sector tecnológico. Esto es algo que venía pasando, la inflación y las consiguientes alzas progresivas de tasas a nivel mundial para combatir las presiones sobre los precios, ya estaban provocando una caída masiva de las operaciones especulativas con criptomonedas y empresas tecnológicas. La gota que rebalsa el vaso, el planteo de Jerome Powell de aumentar mucho más de lo que se estimaba la tasa de la FED, acelerando el proceso de salida de inversores sobre sus activos más arriesgados.

Las criptomonedas y las nuevas empresas tecnológicas ya venían con dificultades desde hace más de un año, y por ende, ya había una reducción natural de los depósitos de estos dos bancos antes del derrumbe sucedido. Las empresas en dificultades no generan mucho efectivo, y la nueva financiación se había agotado en gran medida con la subida de la tasa de interés, lo que significa que tanto las empresas de capital riesgo como las nuevas empresas que mantenían depósitos estaban recurriendo a los depósitos de los bancos para seguir operando.

No obstante lo anterior, había otros problemas. Tanto SVB como Silvergate que crecieron a un ritmo increíble en los últimos años, habían estacionado ese efectivo en bonos del Tesoro a más largo plazo y valores respaldados por hipotecas que perdían valor paulatinamente ante la suba de tasas. Es decir, que cuando no pudieron vender esos activos por lo que pagaron por ellos, se les genera un problema de liquidez (no disponer de suficiente efectivo), y se auto infringieron un problema de solvencia (más pasivos que activos). Si a esto le sumamos las declaraciones de Founder´s Found, que aconsejaba a las empresas que se retiraran de la entidades a mi medida que aumentaba la preocupación por su estabilidad financiera, lo que se produjo fue un efecto manada.

El sentido común indica que la gran mayoría de los bancos NO DEBERÍAN tener problemas similares, siempre y cuando, no tengan una concentración similar de depositantes en sectores con un elevado consumo de efectivo y que no estén precisamente bien en estos momentos como el sector tecnológico. Se estima, que el sistema bancario en general está lo suficientemente diversificado en cuanto a depósitos como para contener el problema.

Claramente, toda esta situación no caerá en saco roto, y es posible que se eliminen algunas manzanas podrida, y que otras tengan que hacer frente a retiradas de fondos más elevadas por el contagio de algunos temores, pero no necesariamente para provocar una insolvencia generalizada del sistema. Lo más probable es que, dada la situación, a río revuelto ganancias de pescadores, y algunos bancos compitan por los depósitos, suban aún más las tasas de interés para los depositantes (haciéndose más competitivos), pero también menos rentables al tener mayor capital inmovilizado. Lo de SVB y Silvergate no es como lo del 2008, pero el efecto dominó posiblemente no se termine aquí.

Analista Económico. Titular de “Ferraro Lara & Asociados“.

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