Si de deportes se trata, la nueva presencia de la Selección en el país despertó nuevamente una ola de adhesión popular, particularmente puesta de manifiesto en la “messimanía” reinante que impidió, por ejemplo, que fuera al teatro por la cantidad de gente que se congregó en los alrededores, o que la Federal tuviera que rescatarlo de la famosa parrilla Don Julio, pues no podía salir. Eso, y el 2 a 0 de la Selección en el amistoso contra Panamá, alcanzaron parea calmar un tanto la inquietud pública, lo que seguramente se volverá a repetir mañana cuando la Scalonetta juegue en Santiago del Espero contra un combinado de Curazao.

Pero si esto alcanzó, por ejemplo, para olvidarse del tercer aniversario de la declaración de la pandemia en la Argentina, cuyas consecuencias aún se están afrontando, no llegó a alcanzar para aplacar los temores de los mercados “ante el capítulo 38 de los consejos de Massa, ahora con la pesificación forzosa de la deuda de los organismos pública en dólares”, reconoció un observador económico. Y tanto fue así que fue el propio ministro quien tuvo que asegurar, pocos días después, que será la UBA, por medio de la Facultad de Ciencias Económicas la que evaluará el impacto de la medida, en lo que hace a los bonos para los jubilados.

“La UBA emitirá un dictamen para definir si los papeles en manos de la ANSeS formarán parte de la operatoria”, sostuvo el ministro, ante las críticas. Mala semana ya que, además, había discutido con el Presidente, y los faltantes en las góndolas y las fuertes subas de muchos precios (“mayor en los chinos que en los mismos híper…”, destacó un operador, hacen peligrar la frágil estabilidad que venía logrando. De hecho, uno de los productos casi incontrolable fueron los huevos, que en 15 días pasaron de menos de $1.000 el maple (30 unidades), a casi $2.000, con todas las variaciones imaginables en pocas cuadras de distancia, y casi sin control minorista.