Carrefour, la cadena multinacional de supermercados de origen francés que en la actualidad cuenta con 620 locales y 17.000 empleados en el país, comenzó con una nueva modalidad conocida como "cierre express", que busca eludir la acción coordinada de los empleados. En esta estrategia, la empresa le comunica el cierre de la sucursal a los trabajadores durante el horario de atención al público.

Mientras el público circula por las góndolas y realiza sus compras, los trabajadores son citados por responsables de recursos humanos y se les ofrece la reubicación o la indemnización correspondiente. Al llegar el horario de cierre se bajan las persianas y ni los empleados ni el sindicato de Comercio pueden poner ningún tipo de resistencia.

Una modalidad similar ya se había implementado en el cierre de una sucursal de la Avenida Congreso de la Ciudad de Buenos Aires, y otra en la ciudad bonaerense de Balcarce. Esta vez le tocó a la sucursal Carrefour Market ubicada en la esquina de Elcano y General Enrique Martínez, en el barrio porteño de Belgrano R.

Desde la empresa, argumentaron que las unidades cerradas no estaban ofreciendo los resultados operativos esperados, pero la sorpresa fue la forma en que se comunicó a los empleados de la nueva situación de la sucursal.