El debate sobre si despenalizar o no el consumo de drogas es uno de los más importantes en la sociedad actual, ya que involucra aspectos económicos -al ser una de las principales producciones- y de seguridad -porque, al ser ilegal, genera distintos negocios laterales.

Despenalizar no significa legalizar, sino que su consumo y y portación deja de ser un delito y pasa a ser una contravención. En este marco, el Gobierno de Escocia avanza con un proyecto de ley para que se despenalicen todas las sustancias para uso personal.

"Las personas que poseen drogas deben ser tratadas y apoyadas, en lugar de ser criminalizadas y excluidas", argumentaron los ministros escoceses, en medio de lo que implica un gran cambio en la política de drogas del Reino Unido.

El objetivo de la implementación es implementar más servicios de control de sustancias y brindar un mayor acceso a tratamientos de emergencia para sobredosis de droga, mediante instalaciones de consumo supervisado.

En respuesta a una crisis de consumo que viene sufriendo Escocia, el gobierno invirtió más de 250 millones de libras esterlinas en los servicios de tratamiento de consumos problemáticos del país similares a los que propone la ley.

Aunque las leyes de drogas están bajo la jurisdicción de Westminster, el Gobierno escocés asumió la responsabilidad de las políticas sociales y de salud relacionadas con el consumo de drogas.

La ministra de Política de Drogas de Escocia, Elena Whitham, aseguró que la Ley actual no evita el consumo de drogas ni protege a las personas del daño asociado, y afirmó que la criminalización en realidad aumenta los daños y las muertes relacionadas con las drogas.

Por ahora, tanto el gobierno del Reino Unido como la oposición a nivel nacional rechazaron esta propuesta. El portavoz oficial del primer ministro, Rishi Sunak, afirmó que no tienen planes de alterar su postura sobre las drogas, y argumentan que la despenalización de drogas aumentaría los riesgos y la disponibilidad de sustancias peligrosas en las calles.