El “Botafogo” de Pappo vuelve a actuar y a grabar

 El “Botafogo” de Pappo vuelve a actuar y a grabar

“Este año se cumple medio siglo de cuando Pappo me bautizó como Botafogo. Y sigue siendo un misterio, porque nunca me dijo ni le dijo a nadie por qué me dio ese nombre. Yo le pregunte durante tiempo y él se reía y me verdugueaba, y así hasta que un día me quedó el apodo y no le volví a preguntar”, dice a este diario Botafogo, quien ahora ha decidido que lo llamen Don Vilanova (su nombre de nacimiento es Miguel Vilanova). El músico acaba de sacar un nuevo disco titulado “Hereje”, que presentará en vivo con su banda el próximo 12 de abril en el Bebop Club de Palermo. Antes. El guitarrista llevó el blues argentino a todo el mundo, y grabó con maestros como Taj Mahal y abrió shows para B.B. King , Guns ‘N Roses y Jeff Beck, entre otros, además de tocar años con algunos de los mejores músicos nacionales, empezando por supuesto por Pappo. Ahora, además de tocar, también se dedica a la enseñanza y la publicación de libros para estudiar guitarra,

Le preguntamos por qué decidió cambiar el mote que le puso Pappo por el nuevo de Don Vilanova: “Fue en 2008, después de la partida de Pappo, que me sumió en una gran melancolía- Pappo fue muy importante en mi vida, tanto en lo profesional como en lo personal, hay que pensar que para mí era un ídolo que veía en la revista ‘Pelo’ cuando era chico, y de golpe lo conozco a los 17 años . De una vio que interpretaba bien y me puso a tocar el bajo en Pappo’s Blues, era como un sueño. Y lo más grande fue tocar con él en vivo: tenía sus luces y sombras a todo nivel, pero tocar con él cuando estaba iluminado era algo inigualable, y me daba un pase para que yo tocara algo y lo veía sonreír. La gente conoce apenas un 10% del talento que era Pappo, por sus discos, pero cuando estaba en su mejor forma en vivo era más grande. Y cuando no estuvo más, me agarró algo con mi apodo Botafogo, y mi hijo me sugirió que ya que estaba haciendo un disco con él y varios miembros de mi familia me cambiara a Don Vilanova, y ahí quedó, aunque al final la gente me llama como quiere”.

Tantos años tocando con Pappo conlleva numerosas anécdotas “Yo fui a muchas giras con él y era totalmente imprevisible, podía pasar cualquier cosa”, recuerda Vilanova. “Una vez lo persiguieron con una escopeta porque creían que se estaba robando un tractor. El asunto era que él no pretendía robarlo, había visto un tractor con un arado en medio del campo y se puso a arar, porque le interesaba manejar un tractor y al final se hizo amigo del dueño y lo invitó a un asado. El campo lo fascinaba, tal como se entiende en ‘El blues de Santa Fe’, y a veces estábamos en la ruta y nos hacía parar y se quedaba un rato gritándole a la nada o mirando las vacas. Justamente una de esas veces estábamos de gira con el trío que hacíamos con Juanse, y nos quedamos tarde de noche en medio de la nada y llegamos a una casa donde estaban todos dormidos y empezamos a aplaudir y golpear. Después de un rato salió una señora muy seria que no entendía nada, y Pappo le dijo “¡Qué lindas tetas tenés!” y nos quedamos todos mudos, pero la mujer se empezó a reír y lo hizo trabajar poniendo la mesa y todo. Pero a veces las cosas no salían bien, y una vez en la que se robó como gracia una botella de champán de una mesa que estaba servida en Prix D’Ami tuve que suplicarle a un patovica enorme para que no lo matara. Pero yo lo amaba, y cuando estaba iluminado tocaba como un Hendrix, así de alto era su nivel”.

Don Vilanova hizo varias giras por Japón y también en Estados y en España, donde fue parte de las bandas de Sabina y de Antonio Flores, el hijo de Lola Flores, y allí fue cuando tuvo un entredicho con un artista de culto como Kevin Ayers, primer cantante de Soft Machine. “Estábamos en Barcelona con Flores y pasó la tragedia del aceite de colza contaminado que mató mucha gente, y organizaron un show a beneficio de las víctimas y tocamos muchos músicos. Uno de ellos era Kevin Ayers que me miraba atentamente mientras yo tocaba, pero sin decirme nada. Entonces vino al camarín y me dijo en inglés que yo no podía tocar, y yo le discutí en inglés y le dije que a mí nadie me decía eso. Así que subí con la guitarra y rivalizamos musicalmente, era como un duelo que nadie entendía, aunque estaba claro que algo le pasaba conmigo, no sé si estaba celoso o qué”.

En Bebop el guitarrista va a tocar principalmente temas de “Hereje”, un álbum en el que mezcla blues, rock y funky “además de algunos instrumentales donde me acerco un poco al jazz. Es un disco que quiero mucho y en el que tuve la ayuda de amigos como Lito Vitale y Javier Calamaro. ‘Hereje’ está disponible tanto en vinilo como en CD y en las plataformas, cosa que hago porque me adapto a la época, aunque prefiero los discos, y extraño que cada vez haya menos disquerías, ya casi no quedan. Ahora ya empecé a grabar uno nuevo, y el primer tema está dedicado al recientemente desaparecido Jeff Beck, un grande, y la canción está inspirada en las notas de las letras de su nombre, ya que en las partituras anglosajonas cada letra equivale a una de nuestras notas musicales”.

Hay un lado menos conocido pero muy importante de Botafogo/Vilanova que es la docencia. Por ejemplo, es autor de varios libros como “Pentatónicas - Usos e ideas” y “Armonía para 6 cuerdas”: “Primero aprendí solo, y un día me puse a estudiar, y estudio y enseño todo el tiempo. Mi casa está llena de guitarras y siempre estoy tocando alguna. Dar clases es parte de seguir estudiando, es algo importante, y tener alumnos es lo que me salva de ser ese viejo gruñón que todos tenemos dentro”.

Recomendar A Un Amigo
  • gplus
  • pinterest
Commentarios
No hay comentarios por el momento

Tu comentario